Prince of Persia: El Alma del Guerrero es un videojuego que enlaza Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo con Prince of Persia: Las Dos Coronas. El juego se lanzó entre finales del 2004 y finales del 2005, desarrollado por Ubisoft y lanzado para PC, Xbox, PSP, PlayStation 2 y para GameCube.
Este juego fue aceptado como un buen sucesor a pesar de los sádico que es el juego en las acrobacias de combate. Cabe destacar que entre el anterior juego de la saga y este ya pasaron unos siete años.
Comienzo y desarrollo del juego [editar]
En el principio vemos a alguien escapándo de una sombra o algo así, que va arrasando con todo a su paso, hasta que llega a un lugar sin salida y descubrimos que es el príncipe. Entonces, aparecemos derrepente en el barco del príncipe en medio de una tormenta cuando aparece un barco con monstruos de arena y una comandante.
El príncipe luchando con la comandante.
El barco enemigo lo abordan y, mientras matan a todos, el príncipe va en busca de la comandante para matarla. Cuando la alcanza comienzan a luchar pero ella, para engañarlo, le dice que ha subestimado los poderes de la emperatriz y lo tira al agua.
Entonces vemos una visión del príncipe en la que habla con el anciano sabio, al que tanto cariño le tiene. El anciano le explica que una bestia aterradora lo persigue, que se llama Dahaka y es el guardian de la línea del tiempo. El príncipe, sin hacerle caso al anciano, que le dice que no le conviene, decide ir a la Isla del Tiempo para evitar que la Emperatriz del Tiempo cree las arenas y, por tanto, no exista el Dahaka. Pero el anciano le dice que su viaje no acabará bien y que nadie puede cambiar su destino.
Entonces, aparece en una playa, que deducimos que es la Isla del tiempo, donde se creó el reloj de arena y donde está la Emperatriz del Tiempo. En este momento, nos toca jugar hasta que llegamos a dentro del palacio donde vemos a la comandante del barco que nos abordó y a otra mujer luchando. A continuación, el príncipe ayuda a la otra mujer y mata a la comandante. Después, la mujer a la que ayudó el príncipe le dice que si quiere evitar que el reloj de arena se cree, tiene que ir a la sala del trono. Ella le da la espada de la serpiente para poder accionar los mecanismos.
Más tarde, después de un largo recorrido, en el que tiene como misión principal la de accionar dos torres, (para permitir el acceso a la sala del trono) el príncipe consigue la espada del león, que es más fuerte que la anterior espada. Entonces, mientras el príncipe explora la isla, se encuentra varias veces con una bestia malvada, que incluso lo quiso matar en una ocasión. Después de viajar del presente al pasado varias veces, escapado del Dahaka y explorado la isla, por fin llega a la sala del trono y se encuentra con la bestia malvada y el Dahaka al mismo tiempo. El príncipe intenta escapar rodando por el suelo, lo consigue y, en vez de matarlo a él, el Dahaka se lleva a la bestia y el príncipe entra en la sala del trono con la mujer a la que había ayudado.
Cuando los dos entran, la chica cierra la puerte y le dice que ella tuvo una visión en la que ella moría en sus brazos y, para evitarlo lo iba a matar. En ese momento se descubre que la chica, es la Emperatriz del tiempo. Ellos luchan y el príncipe la mata y cree que así no se crearán las arenas, pero se equivocó, no solo se crearon, sino que ahora el Dahaka también lo persigue en el pasado, y él vuelve al presente.
Entonces el príncipe, en una tumba, comienza a perder la esperanza cuando descubre unos escritos que le dicen que hay una máscara que hace que vivas el pasado al mismo tiempo que tu otro yo. El príncipe decide ir a por la máscara para no cometer el mismo error y salvar a Kaeleena (que es la Emperatriz). En su viaje hacia la máscara, se encuentra con una espada de agua, la más fuerte y un arma secundaria misteriosa. Cuando consigue la máscara, se transforma en un monstruo de arena (por la forma que vemos que tiene, descubrimos que es la bestia malvada con la que el príncipe se encontraba).
El príncipe vuelve a hacer lo mismo que antes, ir a la sala del trono, para esta vez, evitar que Kaeleena muera. En el transcurso de su viaje, vemos cómo se encuentra con su otro yo y cuando pensábamos que el malvado quería matarlo, en realidad lo salvó de un enemigo que tenía detrás.
En este punto volvemos al mismo lugar que antes, donde están los dos príncipes y el Dahaka. Esta vez, el yo malvado del príncipe se hecha atrás y agarra al príncipe sin la máscara. Otra vez, vuelve a ser el de antes ya que la máscara se deshace. A continuación, el príncipe va a la sala del trono con Kaeleena, pero en vez de luchar, él va a el trono y rompe una pared que conduce a un portal secreto hacia el presente, entonces el príncipe la empuja y luego va él. El príncipe sigue el camino hasta que la encuentra en una plataforma grande.
Final Altenativo: El príncipe lucha contra Kaeleena y la mata otra vez, entonces aparece el Dahaka, pero no quiere a el príncipe sino a Kaeleena y se la lleva junto con el medallón del tiempo que lleva el príncipe, la última reliquia de las arenas del tiempo ya que nunca se crearon las arenas. Entonces el príncipe escapa de su destino y vuelve a Babilonia.
Final Verdadero: El príncipe intenta razonar con Kaeleena, cuando aparece el Dahaka y vuelve a ir a por Kaeleena, pero el príncipe ataca al Dahaka con la espada y descubre que con esa espada le hace daño. Después de someter al Dahaka y salvar a Kaeleena los dos vuelven a Babilonia.
Aclaraciones [editar]
Han pasado siete años desde lo que pasó con el anterior juego.
El príncipe viaja al presente y al pasado mediante unos portales de arena.
El Maharaja, robó el reloj de arena mediante esos portales.
La comandante del barco, era súbdita de la Emperatriz, pero como no mató al príncipe la emperatriz la golpea y ella se revela en su contra . En ese momento, el príncipe entra y las ve luchando (esto se vé cuando el príncipe tiene la máscara y va por el palacio).
Kaeleena viajó al presente, ella moría en los brazos del príncipe (sera después de luchar con él), como no luchan, no muere, por eso la va
martes, 23 de diciembre de 2008
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